
Hola jadiner@s. En primer lugar quiero disculparme por el tiempo que hace que no me pongo en contacto con vosotros.
Cuando me decidí a abrir este blog lo hice con la intención de hablar sólo de botánica pero hay veces que las circunstancias obligan a no poder cumplir con las intenciones iniciales.
Llevo mucho tiempo indignado con la actitud de un número indeterminado de concejales de medio ambiente y como me conozco, tenía miedo de propasarme en improperios.
Aprovechando que es Navidad y que estoy con el espíritu positivo, aprovecharé para explicaros el motivo de mi enfado.
Se trata de la virulencia del ataque del picudo rojo que ataca a nuestras palmeras siendo tal que está cambiando el paisaje del litoral español.
Hay ayuntamientos en los que el concejal oportuno está trabajando con todos los medios de los que disponemos para preservar el patrimonio de su localidad, para defenderse del ataque del dichoso animal. Pero estos poco pueden hacer si en el pueblo de al lado al señor concejal en el que delegaron la cartera de medio ambiente, le importa un bledo y deja que su pueblo se convierta en un foco de infección.
Estos últimos no tienen disculpa ni pueden alegar desconocimiento. La conselleria de mediambient de la Generalitat ha informado continuamente del protocolo de actuación.
Dos ejemplos de incompetencia. El primero es el de un pueblo de Tarragona donde en la oficina de servicios técnicos tienen un póster con fotos explicando lo que hay que hacer en caso de sufrir el ataque del picudo. Al mismo tiempo hay un par de palmeras en la avenida principal, de las cuales os adjunto una foto, que llevan un par de meses desarrollando una cantidad de picudos suficiente para cargarse las palmeras de toda la provincia de Tarragona.
El segundo ejemplo es el de un amigo, propietario y autor de las fotos de las cicas de una entrada anterior del blog. Hace más de un año que se puso en contacto con su ayuntamiento pues tenía una palmera con ataque de picudo. Muy amablemente le contestaron dándole las gracias por la información y asegurándole que actuarían con rapidez para evitar la propagación.
Mi amigo actuó en consecuencia pero aún está esperando la visita del ayuntamiento.
¿No os parece que sería más honrado que cuando le ofrecen la cartera de medio ambiente a una persona que el tema de la naturaleza le importa un carajo renunciara? ¿Cómo puede defender lo que no cree?,
A este concejal de la provincia de Tarragona no descarto la posibilidad de encontrar la ocasión sin testigos para que no se siente ofendido y mirándole a los ojos le diga todo lo que pienso.
Gracias a una serie indeterminada de incompetentes a este paso enseñaremos las palmeras en fotos a las generaciones futuras.
Pero qué más da, ¿verdad? Al fin y al cabo son sólo palmeras y sólo nos preocupan a unos locos de la naturaleza.
Y como estoy con el espíritu navideño me despido aquí.
Hasta la próxima jardiner@s!